La accesibilidad es un derecho fundamental para todas las personas, especialmente para aquellas que tienen alguna discapacidad o son mayores. Adaptar una vivienda puede marcar la diferencia en la calidad de vida y la autonomía de quienes la habitan. En Paravivir nos hemos dado a la tarea de investigar sobre el tema para darte una guía inicial, así, descubrirás cómo hacerlo de manera eficiente, sin dejar de lado la personalidad del residente, pero apuntando a su bienestar. ¡No te pierdas esta oportunidad de mejorar la vida de tus seres queridos!
Cómo adaptar una vivienda sin perder la personalidad del residente
Adaptar una vivienda para personas mayores o con discapacidad no significa que debas sacrificar su personalidad y estilo. Por el contrario, es posible adaptarla de manera que se mantenga la esencia y la historia del residente. Algunas de las opciones más efectivas incluyen la instalación de rampas, barras de apoyo, pisos antideslizantes y grifos de fácil agarre. Además, la iluminación adecuada y el uso de colores claros pueden mejorar la visibilidad y la percepción espacial. También puedes optar por muebles ergonómicos y ajustables para adaptarse a las necesidades específicas del residente.
Entre las consideraciones más importantes que debes tener en cuenta a la ora de adaptar la vivienda, están las siguientes:
- Evita tener desniveles causados por elevadores verticales o sillas salva-escaleras. Es preferible tener barandillas en los accesos de una planta a otra. Un elevador se instala solo cuando sea necesario.
- La habitación de la persona mayor debe estar en planta baja, cerca de accesos cómodos.
- Automatiza la apertura de las puertas. Estas deben ser de 80 cm como mínimo.
- Utiliza sistemas domóticos para controlar la apertura de persianas, ventanas, sonido, luces, entre otros.
- Elimina los obstáculos y barreras en los accesos de una estancia a otra.
- Revisa que la iluminación para las actividades diarias sea óptima, así se evitan sobresfuerzos.
- Utiliza teléfonos para ciegos o adaptados para personas con deficiencias auditivas, cuando sea necesario.
Reformas según las estancias para adaptar el hogar
Si estás considerando que tu vivienda no cumple con las necesidades de una persona con movilidad reducida o adulto mayor, te damos algunos consejos para adaptar las estancias al tipo de uso que tendrá.
Comencemos por nuestros muebles y suelos: opta por superficies lisas y antideslizantes, y elige muebles redondeados para evitar tropiezos. Asegura tus estanterías y evita las alfombras resbaladizas.
En cuanto a la instalación eléctrica, la iluminación y los teléfonos, asegúrate de que los enchufes estén bien fijados y colócalos a una altura segura. Protege los cables y añade interruptores con testigos luminosos para facilitar su ubicación en la oscuridad. Usa diferentes fuentes de iluminación y aprovecha las funciones especiales que te ofrecen los teléfonos modernos.
La seguridad en el baño es vital, procura utilizar duchas antideslizantes con barras asideras y grifería termostática para mayor comodidad. En el inodoro, utiliza tazas altas y añade barras asideras. Evita las puertas con pestillos y asegúrate de que la puerta abra hacia afuera para mayor seguridad.
En la cocina, la organización es clave. Coloca los utensilios más usados en las áreas más accesibles, y utiliza los electrodomésticos que te resulten más cómodos y seguros. Evita las vitrocerámicas y los grifos complicados y utiliza cubiertos y platos resistentes.
En el dormitorio, intenta hacer que todo esté al alcance de la mano, con armarios bajos y camas de altura media. Si necesitas una cama articulada, ¡no dudes en instalarla! En caso de inmovilidad extrema, un colchón de aire será la solución perfecta.
Finalmente, en el salón, procura utilizar asientos cómodos con reposabrazos y respaldos adecuados. Añade una televisión con mando a distancia y unos auriculares inalámbricos para mayor comodidad.
Los beneficios de una vivienda adaptada para la calidad de vida del residente
Adaptar una vivienda para personas mayores o con discapacidad no solo mejora la accesibilidad y seguridad, sino que también tiene efectos positivos en la calidad de vida del residente. Una vivienda adaptada permite a las personas mayores o con discapacidad mantener su independencia y autonomía, lo que contribuye a mejorar su autoestima y bienestar emocional. Además, la comodidad y la funcionalidad de la vivienda reducen el estrés y la ansiedad, lo que puede mejorar la salud física y mental del residente. También puede fomentar la interacción social, al facilitar el acceso de amigos y familiares a la vivienda.
Esperamos que estos consejos te ayuden a crear el ambiente ideal en tu hogar, mejoren la seguridad y accesibilidad de todos los habitantes y logren una calidad de vida para todos.